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Vitrocerámica a gas
La humanidad evoluciona vertiginosamente y cada diez años podemos observar cambios que jamas imaginaríamos sin embargo hay algunas áreas en que poco se ha avanzado. Es el caso de las cocinas, vale si, los robots de cocina son magia para el pasado, pero en cuanto a la cocción poco ha mejorado. En el siglo XX empezaron a aparecer las primeras vitrocerámicas y cocinas de inducción. Estas empezaron a desterrar las cocinas de gas que aportaban grandes beneficios de ahorro energético. Esto fue debido a su bajo coste de fabricación, seguridad y limpieza.
Sin embargo las cocinas de gas traían algunas características que jamas alcanzarían las vitrocerámicas eléctricas hasta hace 30 años.
La empresa Vitrokitchen referente de innovación en cocinas saco a la luz su primer modelo de vitrocerámica a gas. Que combinaba en perfecta simbiosis las características de las vitrocerámicas con las cocinas de gas.
El resultado fue un excelente producto. De limpieza muy sencilla debido a la superficie lisa sobre la que se cocinaba, con un aspecto limpio y moderno. Pero con las ventajas de la cocina a gas. Cómo la eficiencia energética o la posibilidad de tener la cocina aislada de la red eléctrica, pudiendo así instalarla en casas autosostenibles.
La vitrocerámica a gas ofrece grandes ventajas frente a la tradicional gracias a su facil limpieza. En la imagen se muestra como retirar la bandeja para poder limpiar las migas de pan que hayan podido colarse.
Aprovecha el calor residual con la vitrocerámica de gas
La vitrocerámica posee dos zonas de calor residual que pueden ser aprovechadas para calentar, o descongelar algún ingrediente mientras vas cocinando el resto de la comida. Por ejemplo, calentar la leche y hacerte unas tostadas mientras haces el cafe.
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