Pescado al horno, los pequeños detalles marcan la diferencia en la cocina

Es muy importante para la salud el mantener una dieta equilibrada esto supone comer pescado dos o tres veces a la semana. Sin embargo muchas veces no sabemos como hacerlo. Utilizar el horno es una solución muy práctica debido a que ensuciaremos menos y nos ocupara menos tiempo. Vamos a preparar un pescado al horno.

Preparación

Cuando guardes en la nevera el pescado es recomendable guardarlo con un paño húmedo o mantenerlo en una vasija con hielo picado.

Deberemos empezar limpiando bien el pescado con agua fría. Acto seguido lo deberemos secar.

Si pretendes asar el pescado es mejor no hacerle cortes ni quitarle las espinas así evitaremos que se reseque.

Hidrata el pescado 

Úntalo de aceite o ponle vino blanco. Este acompaña de forma excelente el pescado ya que su acidez contrasta con la grasa realzando su sabor.

Otro muy buen acompañante son los cítricos como el limón. Puedes rehogarlo con un par de cucharadas de zumo de limón.

Puedes aprovechar las espinas y cabezas para realizar excelentes caldos de pescados acompañados con puerro zanahoria y cebolla. Si tienes ya hecho puedes aprovecharlo para a aumentar el sabor del pescado al horno echando unas cucharadas por encima.

Horneado

Utiliza hornos a gas de esta forma los pescados quedan crujientes por fuera y jugosos por dentro. Esto es gracias a que la combustión del gas genera vapor de agua que ayuda a mantener los jugos.

Los mejores recipientes para cocinar pescado al horno son la cerámica y el barro. Deberás engrasarlos con aceite de oliva para así evitar que la piel del pescado  quede pegada.

Puedes cocinar la guarnición de antemano y colocar el pescado encima de esta forma  soltara mejor sus jugos y no se pegara.

Es siempre mejor sacar el pescado varias veces para comprobar su estado que pasarte en la cocción. Sabrás cuando esta hecho si la carne se despega con facilidad de la espina central. Si el pescado no ha sido congelado respeta los tiempos mínimos para así evitar en anisaki.

Salvando algunos guisos deberás evitar siempre el recalentamiento del pescado. Una vez cocinado lo ideal es comerlo de inmediato